Quizá no la conozcas porque no recibió la fama que se merece pero la mujer de la que te hablaré hoy fue única e irrepetible.
Se llamaba Mary Fields y es conocida popularmente como «Stagecoach Mary», o también como «Deliverance Mary» y «Black Mary».
Para que te hagas una idea de cómo era, resumidamente te contaré que tenía «el temperamento de un oso grizzly», prefería la ropa de hombre a la de mujer, siempre llevaba un revólver Smith & Wesson del .38 debajo del delantal, un puro en la boca, y a su lado solía tener una jarra de whiskey «negro como una pradera quemada».
No tenía ningún reparo en meterse en peleas a puñetazos.
A pesar de esa mezcla tan explosiva, era una mujer extremadamente generosa y trabajadora hasta la extenuación.
Se dice de ella que medía más de 1,82m y pesaba más de 90kg. Sin duda era una mujer que llamaba la atención desde lejos, fuerte y corpulenta, aunque por las fotos de la época en las que se le ve con otras personas, estas son con seguridad unas medidas exageradas.
Hay muy pocos datos sobre la primera mitad de su vida y los que hay, son poco precisos.
Nació probablemente en 1832 o 1833 siendo esclava, algunas fuentes dicen que en Florida y otras en Arkansas pero la mayor parte de las investigaciones se decantan o por el condado de Hickman, en Tennessee, o por Virginia Occidental. Esta última podría estar apoyada por un registro histórico según la archivista de un convento en el que trabajó Mary.
Según ese registro, Mary Fields nació perteneciendo a la familia Warner, en Virginia Occidental, y nunca se casó.
En la granja de los Warner, Mary aprendió a escondidas a leer y a escribir.
Dado que los esclavos tenían prohibido estudiar, se supone que alguien de la familia Warner o cercano a ellos le proporcionó esa ayuda.
Uno de los hijos de los Warner se casó con alguien de la familia Dunne y a través de ese matrimonio, Mary conoció a Sara Theresa Dunne, con quien crearía una fuerte amistad.
Más tarde, Sara Theresa Dunne se haría monja, adoptando el nombre de madre Mary Amadeus Dunne.
Tras la emancipación de los negros al terminar la Guerra de Secesión, Mary trabajó en barcos de vapor en el río Misisipí y quizá también como sirvienta y lavandera en diversos lugares.
Algunas fuentes dicen que fue trabajando como sirvienta cuando conoció a la familia Dunne.
En 1878 se mudó a Toledo, Ohio, al convento del Sagrado Corazón de las monjas ursulinas, donde la madre Mary Amadeus Dunne era madre superiora, tras solicitarle su presencia allí para ocuparse de diversos trabajos de mantenimiento, como lavandería o reparaciones.
Un tiempo después, la madre Amadeus Dunne fue enviada a una obra misionera a Montana, al oeste de Cascade, para ocuparse de las niñas de la nación Pies Negros.
Los toscos modales de Mary, que siguió un tiempo trabajando en el convento de Toledo, chocaban con la vida y las costumbres de las monjas. Se habla también sobre una discusión porque le parecía que el salario que cobraba no era justo para todo el trabajo que hacía.
Alrededor del año 1885 Mary volvió a recibir una carta desde Montana de su amiga, la madre Amadeus, esta vez solicitando su ayuda para recuperarse de una neumonía que estaba padeciendo.
Mary fue hasta allí, a la Misión de San Pedro, al pie de las montañas, cerca de Cascade, y cuidó de la madre Amadeus hasta que esta se recuperó por completo de su enfermedad.
Después de eso, la madre Amadeus se decidió a construir allí un convento y la Academia de Santa Ángela gracias a los donativos que consiguió para ello.
En la academia enseñaban tanto a niñas nativas como a blancas, segregadas, y posteriormente también a niños.
Mary transportó todos los materiales de construcción para los edificios con su carromato, desde Cascade hasta la Misión, a más de ocho millas (unos trece kilómetros) subiendo hacia las montañas.
Arriba, foto del día de la inauguración del convento en la que se puede ver a Mary Fields en el carromato, a la izquierda.
Después acabaría convirtiéndose en la capataz de la misión, ocupándose de prácticamente cualquier cosa, como el transporte de personas entre la Misión y el pueblo, lavandería, cultivos, un gallinero de hasta cuatrocientas gallinas y cualquier tipo de reparación necesaria o mantenimiento.
Aunque su carácter era muy abrupto, en un lugar tan recóndito como este era muy valorada por las monjas porque era una persona muy trabajadora y, además, muy cariñosa y protectora con las niñas internas, aunque no todas ellas la valoraban en la misma medida.
Una de estas niñas escribió sobre Mary en una redacción: «bebe whiskey, dice palabrotas y además es republicana, lo que la convierte en una criatura baja y repugnante».
Los Pies Negros la llamaban «cuervo blanco» porque decían que «actúa como una mujer blanca pero tiene la piel negra».
Una monja dijo acerca del temperamento de Mary: «Que Dios asista a cualquiera que ose caminar por el césped después de que Mary lo haya cortado».
En el año 1894 recibió varias quejas sobre su comportamiento en el pueblo de Cascade. Aunque era querida en el vecindario, era implacable con cualquiera con el que tuviera un problema. También el obispo recibió quejas por su forma de vida, su comportamiento grosero y su gusto por fumar y beber en los salones.
En una discusión, probablemente con el conserje de la Misión, este la golpeó y la tiró al suelo porque no estaba dispuesto a «recibir ordenes de una mujer negra». Mientras Mary estaba en el suelo, el conserje se dispuso a desenfundar su pistola pero Mary fue más rápida y desenfundó antes la suya, desafiándose y amenazándose el uno al otro. Aunque ninguno de los dos llegó a disparar, esa fue la gota que colmó el vaso del obispo.
Algunas fuentes dicen que llegó a haber disparos aunque no hubo heridos.
Tras nueve años trabajando allí, Mary fue relevada de sus funciones en la Misión. Las monjas la querían pero el obispo no.
Algunas fuentes dicen que también participó en un duelo en la cercana ciudad de Helena aunque es una información muy imprecisa y podría estar relacionada con el enfrentamiento con el conserje, que también es una información poco precisa.
Tras dejar la Misión, entre los años 94 y 95 regentó en Cascade el «Mary’s Cafe» y probablemente otro local pero ninguno de los dos salió bien. Se dice que no pudo hacerlos rentables porque tenía la costumbre de dar de comer gratis a todo el que lo necesitara.
Tras eso, con algo más de sesenta años solicitó el puesto de cartera para la región de Cascade; una Star Route. Las Star Route eran rutas operadas por contratistas independientes que repartían el correo para el servicio postal federal en lugares donde este no estaba asentado.
Se ganó el puesto porque fue capaz de enganchar seis caballos más rápido que nadie.
La madre Amadeus financió la diligencia con la que trabajaría.
Recogía el correo del tren y lo repartía por toda la región; una zona agreste, de inviernos muy fríos y rutas peligrosas por culpa de bandidos y lobos.
Recorrió durante unos ocho años esa ruta con los seis caballos y su, por entonces, inseparable compañero, Moses, su mulo. También, siempre bien protegida con un rifle y su revolver del .38.
Le encantaba ese trabajo.
Muchas veces, en los peores días del invierno, en plena ruta tuvo que dejar el carromato atascado en la nieve y hacer toda la ruta a pie, con raquetas de nieve y los sacos al hombro, alguna vez incluso durante diez millas (unos dieciséis kilómetros).
Con cualquier tipo de clima, nunca dejó un solo día sin hacer las entregas en todos esos años. Fue cuando se ganó el apodo de Stagecoach.
Continuó con ese trabajo hasta que tuvo unos setenta años.
Ya algo mayor para ese empleo, Mary lo dejó y abrió una lavandería con la ayuda de las monjas de la Misión. También se ocupó de su jardín y vendió flores para apoyar al equipo de béisbol local, del que era una ferviente seguidora.
Cuando el estado de Montana prohibió a las mujeres entrar en los bares, el alcalde de Cascade concedió una excepción para Mary.
Como no estaba segura de cual era la fecha de su nacimiento, decidió celebrar su cumpleaños en dos fechas del año.
A pesar de su carácter, era muy querida y valorada en Cascade por su valentía y generosidad, tanto que los colegios cerraban el día de su cumpleaños (aunque en sólo una de las fechas).
Cuando la lavandería, en la que también tenía su casa, se incendió en 1912, los vecinos ayudaron desinteresadamente a reconstruirla. Mientras tanto, se le ofreció bebida, comida y alojamiento gratis en diversos establecimientos del pueblo.
En los últimos años de su vida trabajó como niñera, ocupación por la cual cobraba 1,50 dólares al día, de los que gastaba la mayor parte en comprar caramelos para los niños del pueblo.
Una parte de las construcciones de la misión sufrieron un incendio en 1908 y en 1918 hubo otro que afectó al resto de edificios, quedando finalmente todos ellos abandonados y en ruinas hasta hoy, aún visibles, excepto la pequeña iglesia original de los jesuitas, que sigue en pie.
La madre Amadeus Dunne siguió con su obra misionera en diversos lugares tras abandonar Cascade y fundó otra misión en Alaska. Su obra llegó incluso a llamar la atención del Papa de entonces.
Murió en Seattle en 1919.
Stagecoach Mary Fields murió el 5 de Diciembre de 1914, con ochenta u ochentaiún años, y fue enterrada en un cementerio a los pies del camino de montaña que conducía a la Misión de San Pedro.
El suyo se recuerda como uno de los funerales más multitudinarios de Cascade.
El actor Gary Cooper, que en su niñez conoció a Mary, escribió sobre ella: «nacida esclava en algún lugar de Tennessee, Mary vivió para convertirse en una de las almas más libres que jamás haya existido».
Stagecoach Mary Fields rompió todas las barreras de raza, género y edad habidas y por haber.
FIN
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Bibliografía:
Montana Cowboy Hall of Fame. Deliverance Mary Fields, de Miantae Metcalf McConnell. Mary Fields, A Pioneer in Cascade’s Past, de Jennifer M. Drewery. Wikipedia. Stagecoach Mary Fields, por Shelby Amspacher en Smithsonian Postal Museum. Artículo de J.C. Reindl en The Blade, toledoblade.com. Artículo de Erin Blakemore en history.com. Artículo de Pat Bauer en Britannica, britannica.com. Pioneering Black Women: Stagecoach Mary, en Arcadia Publishing, arcadiapublishing.com. The Tale of “Stagecoach Mary” and the Nun Who Gave Her a Start: Mother Mary Amadeus Dunne, en nationalshrine.org