Viaje al Gran Cañón. Capítulo 10 - En Guano Point me encontré con uno de los lugares más espectaculares desde donde disfrutar del Gran Cañón

Gran Cañón. Capítulo 10

La Atalaya

El viernes, 3 de Mayo del 52, fue un día muy agradable y tranquilo; sin nada que reseñar. El paisaje se prestaba a avanzar, muy llano y sin ninguna dificultad más que el calor. Aunque el entorno es muy bonito, no hay formaciones rocosas llamativas y el suelo es monótono.

El encargado del motel de Boulder me recomendó visitar Guano Point; un lugar que no tenía marcado en mis rutas. Me desvía un poco de la dirección que tenía planeada pero viendo que en esta región se avanza muy rápido, decido finalmente acercarme.

Buena parte del día está parcialmente nublado y con viento moderado, lo que ayudada a sobrellevar el calor, y hacia media tarde va empezando a despejar por completo mientras la temperatura de las últimas horas de sol, ya suave, se agradece. Fue un gran día.

Después de pasar al sur de Grapevine Mesa, al poco de entrar ya por el extremo noroeste de la Reserva India Hualapai, a menos de una hora de Guano Point, decido parar a hacer noche. Con los días ya tan largos de esta época del año y el buen tiempo, a veces cuesta no excederse en las horas de jornada, sobre todo por lo grata que es la temperatura del atardecer por allí. Sin embargo ver los colores que tiene aquí el ocaso, sentado cómodamente con la cena o un té en la mano, son también momentos realmente memorables que se disfrutan mucho.


La mañana del sábado amanece con el cielo completamente azul y sin el menor rastro de nubes. Apunta que volverá a hacer calor. Las temperaturas de la noche no bajan lo suficiente como para que caiga rocío, con lo que apenas refresca. Ya me estoy acostumbrando otra vez a las bondades de dormir al raso; algo que echaba de menos tras el intenso frío de los primeros días de viaje.

Mientras preparo las cosas para iniciar la jornada me doy cuenta de que el día anterior, seguramente cuando hice la selección de enseres necesarios pensando que tendría que volver caminando hasta Boulder, perdí la navaja de afeitar. Podría comprar una en un par de días, al llegar a Peach Springs, pero luego pensé que llegar de vuelta a casa con una poblada barba sería un buen motivo de broma para mis padres y Juan.

Aún en las primeras horas de la mañana alcanzo Guano Point. Hay un camino que indica una explotación minera y que lleva hasta allí.

En ningún momento me había imaginado que me iba a encontrar con aquello. Hasta ese día, si hubiera tenido que seleccionar un sitio desde donde admirar la belleza y majestuosidad del Cañón, habría elegido Toroweap, donde estuve el pasado día 23, sin embargo, cuando aún apenas estoy acercándome allí, ya, sin duda, lo cambio por este.

No sólo son espectaculares las vistas sino el sitio en si mismo. El camino se va estrechando hasta convertirse en un angosto y largo pasillo de roca que se adentra a miles de pies de altura sobre el cañón, con una estremecedora caída en vertical a ambos lados. Esto propicia unas vistas del Cañón incomparables. Tras el estrecho camino se vuelve a anchear como si fuera una atalaya hecha para que puedas disfrutar de tan extraordinario lugar.

Viaje al Gran Cañón. Capítulo 10 - En Guano Point me encontré con uno de los lugares más espectaculares desde donde disfrutar del Gran Cañón
Guano Point. Mi lugar preferido para ver el Gran Cañón
(Personajes 3D: Luis Polo / Foto de fondo: IA y Luis Polo)

Al final de esta especie de atalaya hay una estructura de metal de la que cuelga un cable hacia el vacío, el cual es imposible ver hasta donde baja. La altura es sobrecogedora y el borde no es seguro como para acercarse a mirar. Por él deben de subir el mineral que extraen seguramente desde el fondo del cañón pero ese día no hay ninguna actividad, por lo menos a esas horas.

Pienso, me quedaré aquí durante un buen rato, disfrutando de esto. El lugar realmente lo merece. Es de esos sitios que no sólo destacan por su belleza; también te inclinan a pensamientos profundos, de esos que difícilmente compartirías con alguien para que no piense que eres un bicho raro, ¿sabes a lo que me refiero?. Como cuando contemplas el mar. La inmensidad te empequeñece; dejas de ser amo de tus posesiones; tu casa, tus cosas… un rey, y te hace sentir como una gota en el océano. Te planteas cuestiones vitales.

Si no había cambio de planes, este iba a ser el último sitio desde donde vería el río Colorado en este gran viaje. Me quedaban muchas millas aún de seguir el cañón pero ya no de acercarme hasta el río.

Sigo camino en dirección sureste hacía Peach Springs, por donde cruza la carretera 66, el último punto importante del viaje, y desde ahí seguiré en línea recta de vuelta hasta Flagstaff. Seguir el cañón después de Peach Springs en dirección noreste por la Reserva Havasupai me alargaría el viaje más de lo que me era posible.

La fascinante época que me tocó vivir

Me tomé un buen rato para disfrutar de la espectacularidad de Guano Point y me dio pena irme. Unos minutos después de salir, justo antes de abandonar el camino, me crucé con un woody [pulsa el 1 para ver nota]1 con un matrimonio y tres niños dentro, felices y cantando, que me saludaron con la mano efusivamente. Después de pasarme, los niños se encaramaron al respaldo del asiento mientras saludaban pero enseguida, antes de alejarse vi como empezaban entre los tres un concurso a ver quién me ponía la cara más fea. Fue un momento muy divertido.

Parece mentira que hace tan poco tiempo el mundo entero estaba sumido en un caos de muerte y destrucción. Antes de volver de Europa, al terminar la guerra, recuerdo que, paralelamente al dolor, había en la gente un gran optimismo ante el futuro y un enorme afán por comenzar a reconstruir todo, como para borrar todo rastro de lo ocurrido lo antes posible y emprender una nueva vida, mejor que la de antes.

Al volver vi lo mismo aquí. Mi generación perdió a cientos de miles de muchachos en Europa y en el Pacífico y sin embargo, es llamativo como han cambiado las cosas mirando sólo diez años atrás. La gente está poniendo un desmesurado afán en su búsqueda de la felicidad.

En muy pocos años se han cambiado muchas cosas que llevaban siglos sin tocarse. Las casas, tanto por dentro como por fuera, se han llenado de un colorido que nunca antes habían tenido; hasta los muebles han cambiado. Ha habido enormes innovaciones sociales, culturales, intelectuales y se ha empezado a cuestionar tradiciones, algunas de ellas muy oscuras a ojos de hoy, que ni siquiera se había pensado que debían de ser cuestionadas. Cada vez hay más movimientos que luchan contra el racismo y otros también que luchan contra el machismo. Todos los cambios que buscan mejorar la vida de las personas son bienvenidos. La medicina y la tecnología también han cambiado radicalmente en muy poco tiempo; tanto como para afectar a nuestro modo de vida y a nuestra cultura por completo.

Los coches y la televisión han pasado a formar una parte indispensable en la vida de las personas a pesar de ser algo muy nuevo. La electricidad ha invadido casi cada aspecto de nuestras vidas cuando en mi niñez apenas la había.

Esos nuevos sonidos musicales que se están empezando a escuchar y que tanto menosprecian las generaciones más mayores, que aseguran que será flor de un día, seguramente sea un germen de algo mucho más grande que perdurará en el tiempo; que cambiará completamente la cultura musical. Hay un deseo de cambio y renovación muy notorio en todos los aspectos.

A todo se le intenta dar un diseño atractivo como nunca antes se había hecho, como para dar belleza a todas las cosas; a experimentar con líneas y formas artísticas, en los coches, la arquitectura… todo.

Si pienso en como era la vida que me contaban mis abuelos o incluso mis padres, en muy pocas décadas hemos pasado de una tradicional y casi simple supervivencia, al mero disfrute de la vida.

La gente intenta disfrutar de su tiempo como nunca antes lo había hecho. Es una lástima que haya tenido que haber dos grandes guerras para generar todos estos cambios tan rápido pero aún así está pasando y es muy motivador.

Cada época tiene sus características culturales, como si tuviera personalidad propia, pero nunca eres del todo consciente de qué es lo que caracteriza la que estás viviendo hasta que ya pasó, cuando la ves echando la vista atrás. Eso ahora se ve muy bien en las películas de cine que hablan sobre épocas pasadas. Se ven muchas cosas que afortunadamente cambiaron porque debían hacerlo pero también hay otras que se ven con nostalgia y con pena por haberlas perdido y que quizá no estabas valorando en su momento. En cada época vivida se está en la cima de la evolución cultural, tecnológica, científica, social…

No sé, a ojos de las generaciones futuras, qué es lo que caracterizará a esta época que me tocó vivir pero sin duda son unos años que marcarán un antes y un después en la historia de este siglo. Puede que esa imagen de la familia feliz, en su coche, pasando un fin de semana en el Gran Cañón esté lleno de señas culturales que marcarán la personalidad de esta época. Me gustaría poder verlo con esos ojos del futuro para saber qué cosas no estamos valorando en su justa medida pero también me apena pensar que esta época en la que la vida ha adquirido un valor que nunca antes había tenido, terminará, y que todo esto se verá como anticuado y pasado de moda.

El mundo siempre evoluciona a mejor pero también lo hace siempre a trompicones y arrasando con todo, con lo malo pero a veces también con lo bueno.

Continuará


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  1. Woody (o woodie, o woody wagon) es como se conoce popularmente a los característicos coches o rancheras con los laterales y puertas de madera. Aunque se empezaron a fabricar varias décadas antes, fue a finales de los 40 y en los 50 cuando se convirtieron en auténticos emblemas de la cultura estadounidense de la época.
    Woody Nota
    Pulsa la siguiente flecha para volver a donde estabas. ↩︎

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Este capítulo fue publicado originalmente en Lobo Tactical el 14 de Septiembre de 2020.


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