Prólogo
El de O.K. Corral es sin duda el tiroteo más famoso de la historia del viejo oeste, aunque sólo fue la punta del iceberg de un conflicto mucho mayor, complejo y con muchas zonas grises.
Aquí se tratarán los motivos que llevaron a él, el propio tiroteo, y la guerra con venganzas y persecuciones posterior por buena parte del territorio de Arizona; en mi opinión, esta última, más fascinante e incluso más digna de leyenda y películas que el mismo tiroteo.
Esta leyenda ha creado de Wyatt Earp un personaje dedicado implacablemente a la ley y a la justicia pero la realidad es muy diferente, como iremos viendo.
En un país todavía en ciernes, la ley no llegaba a muchos puntos del oeste y de la frontera, y el gobierno tenía muchas dificultades para controlarlos. Muchos de los sheriffs y marshals debían de ocuparse de enormes extensiones de territorio, muchas veces además de difícil acceso y otras muchas en notoria inferioridad ante bandas de forajidos.
Por este motivo, los alcaldes y habitantes de pueblos apartados valoraban la capacidad de sheriffs y marshals de enfrentarse a los malhechores, siendo algo más laxos a la hora de valorar su moralidad.
Paralelamente, esta distancia al control del gobierno provocó también que muchos forajidos o medio-forajidos, optaban muchas veces a estos puestos, unos por ambigüedad pero otros buscando impunidad o ventaja frente a bandas rivales.
Al hablar de medio-forajidos y ambigüedad me refiero a casos en que uno podía estar dentro o fuera de la ley según la oportunidad del momento, y tener algún delito a sus espaldas pero servir medianamente bien a ley si se es elegido para un puesto policial.
Wyatt Earp tenía un historial de delitos a sus espaldas antes de comenzar a servir a la ley. Fue ladrón, cuatrero y proxeneta, además de haber recibido algunas multas por alterar el orden.
Robó caballos en reservas indias y toda su vida abrió casas de juego y burdeles en diversas ciudades de todo el país.
Compañero de Wyatt Earp durante varios años fue Doc Holliday, un personaje realmente peculiar.
A Holliday le llamaban Doc porque en realidad era dentista. Tuvo una buena y amplia educación, se sacó el título y trabajó como tal hasta que un día decidió cambiarlo por las pistolas. Algunos de sus antiguos pacientes dijeron que sólo fue un cambio de método. Tenía una conversación muy rica y culta al mismo tiempo que dejaba un reguero de cadáveres por todo el oeste del país, convirtiéndose en uno de los pistoleros más temidos. También era un excepcional jugador profesional de cartas y ganó mucho dinero con eso.
Wyatt Earp ya había sido ayudante del marshal en Dodge City, Kansas, en la década de 1870. Ya allí se había ganado fama de hombre de gatillo fácil y también tuvo algún que otro altercado por el que se ganó alguna multa.
En Tombstone, una buena parte de la población de la zona, incluyendo a los Earp, se dedicó también a la excavación minera en la región, una zona muy rica especialmente en plata y en cuyas minas se produjeron numerosos asesinatos que quedaron sin resolver.
A pesar de los personajes contemporáneos del cine, adaptados a las costumbres actuales donde predomina la prepotencia y la superioridad en el trato, los Earp, como muchos otros, eran en el día a día personas de carácter tranquilo y generalmente cordial, con una llamativa y ágil locuacidad en el diálogo y una fina y hasta a veces poética ironía, común en las costumbres de la época, algo especialmente marcado en un personaje como Doc Holliday.
Eso era así siempre que no hubiera un conflicto de por medio.
Lo que sí coincide con la leyenda y las películas es que, ante un enfrentamiento, el vocabulario podía ser muy despreciativo y sobre todo, eran aguerridos pistoleros, rápidos y a los que no les temblaba el pulso a la hora de enfrentarse en un tiroteo a vida o muerte. Como enemigos, eran ciertamente temibles.
Los Earp que centran esta historia son tres, Wyatt, Virgil y Morgan pero eran en total diez hermanos (dos de ellos hermanastros), entre los que había seis hombres y cuatro mujeres, por ese motivo algún otro Earp aparecerá sólo esporádicamente en esta historia.
Corral es como se llamaba en muchos lugares a los establos donde se guardaban y alimentaban a los caballos temporalmente, y también carromatos; el equivalente a un actual parking público de pago.
Personalmente he decidido crear este relato de los hechos a partir exclusivamente de los periódicos de la época (puedes ver cuáles al final, en la bibliografía) y de algunos de años posteriores en los que todavía quedaban testigos vivos de lo ocurrido, prescindiendo de otras investigaciones más recientes para hacer un artículo lo más libre posible de prejuicios a favor y en contra que la leyenda generó
Algunos de estos periódicos dan una información extensa y enormemente detallada, por lo que intencionadamente prescindiré de detalles que aportan poco o nada a los hechos de esta historia.
Precedentes al tiroteo
Tombstone, en el condado de Cochise, Arizona, es un pequeño pueblo a pocas millas de la frontera con México, al sur, y con Nuevo México, al este.
Tanto Wyatt como Morgan y Jim Earp fueron contratados como escoltas de los envíos de Wells Fargo & Co. desde finales de la década de los 70. Es una empresa (aún hoy existente) dedicada a servicios bancarios, incluyendo la compra de oro de los buscadores, cheques y giros bancarios entre el este y el oeste.
En marzo de 1881 el marshal de Tombstone es Virgil Earp y sus hermanos, Wyatt y Morgan, son sus ayudantes, además de Doc Holliday. El Sheriff del condado es John Behan.
A grosso modo, marshal (en aquel entonces) es como el equivalente a policía local del pueblo y los alrededores. El sheriff (aún hoy) es la policía para todo el condado.
El sheriff Behan y los vaqueros del condado eran de la facción demócrata, y el marshal Earp y los comerciantes del pueblo eran republicanos; dos facciones muy enfrentadas.
Entre los vaqueros del condado de Cochise había un grupo dedicado al robo de ganado y eventualmente también al de diligencias.
De entre ellos, la familia Clanton tenía una larga lista de acusaciones de robo y una mala fama en todo el condado muy trabajada a lo largo de los años.
Al margen de eso, el sheriff Behan mantenía una relación con una ex prostituta llamada Josephine Marcus, y Wyatt Earp con una también ex prostituta llamada Mattie Blaylock.
Poco después de llegar Wyatt a Tombstone, Josephine Marcus deja a Behan y comienza una relación a escondidas con Wyatt Earp. Esta relación durará hasta la muerte de Wyatt en 1929.
El 23 ó 24 de marzo de 1881, no lejos de Tombstone, se produce el robo de una diligencia de la Wells Fargo & Co. que acaba en un baño de sangre. Los Earp están convencidos de que los vaqueros saben quienes fueron los autores pero se niegan a hablar. Incluso la empresa ofrece una recompensa por la información pero sin resultado.
El sheriff y el marshal, con sus hombres, inician una búsqueda durante más de dos semanas por los alrededores que acaba sin resultado.
En septiembre del mismo año, tras el robo de otra diligencia de la misma empresa, Wyatt y Morgan Earp, Marshall Williams, que es el agente de la Wells Fargo en Tombstone [pulsa el 1 para ver nota]1, y otros tres hombres, van a la cercana Bisbee a arrestar a los ladrones, que sospechan que son Frank Stillwell, ayudante del sheriff de esa localidad, y Pete Spence, ranchero amigo de Stillwell, de Tombstone, además de compañeros en excavaciones mineras.
Las pruebas son circunstanciales; llegaron hasta ellos siguiendo unas huellas y este arresto enfurece a los vaqueros del condado.
El Tiroteo en O.K. Corral
Durante toda la semana precedente al tiroteo, los hermanos Ike y Bill Clanton y los hermanos Tom y Frank McLowry están emborrachándose y creando problemas constantemente en el pueblo.
En esos días, el marshal Virgil Earp prohíbe la tenencia de armas por las calles del pueblo.
En la noche del martes 25, en el Alhambra Saloon, Doc Holliday y Ike Clanton, que tenía fama de bocazas, tienen un encontronazo verbal en el que se dirigen fuertes palabras.
Miércoles 26 de Octubre de 1881.
Esa mañana, Ike Clanton se pasea por el pueblo con un Winchester y un revólver, y es arrestado por el marshal, desarmado y multado con 25 dólares antes de ser liberado.
Tras pagar la multa, aún en el juzgado, Ike Clanton profiere amenazas de muerte contra todos los Earp. Wyatt le desafía diciéndole que, como profirió amenazas contra su vida, que elija cómo, cuándo y dónde pelearán. Clanton acepta el desafío diciéndole que donde quiera, allí estará para el enfrentamiento.
Poco después de eso, Bill Clanton y Frank McLowry llegan de nuevo al pueblo y se reúnen con Tom McLowry en el O.K. Corral, a donde enseguida llegará también Ike Clanton.
El vecindario está al tanto de todo lo que está ocurriendo y entre ellos se hace seguro que habrá un enfrentamiento ese día. Muchos se concentran en la esquina siguiente al O.K. Corral, expectantes.
El sheriff Behan se reúne con el marshal Earp y le dice que si desarma a los suyos, Wyatt, Morgan y Holliday, irá al O.K. Corral a desarmar a los Clanton y los McLowry, con intención de evitar el enfrentamiento.
Virgil, el marshal, no sin razón debido a su cargo, le dice que debe ser al revés y que no se desarmarán antes de que lo hagan los otros.
Behan va hasta el O.K Corral con la propuesta. Ike Clanton y Tom McLowry le aseguran que no están armados pero Frank McLowry le dice que no piensa dejar su arma. No hay registros de lo que dijo Bill Clanton pero después sabremos que sí iba armado (al igual que Tom McLowry).
Al mismo tiempo que se produce ese encuentro, alrededor de las 14:30, el marshal Earp decide que no van a esperar más y se dirigen al O.K Corral a desarmarlos ellos mismos.
Mientras bajan por la calle Fremont se encuentran con el sheriff Behan.
—Hold up boys. Don’t go down there or there will be trouble; I have been down there to disarm them… (Esperad, chicos. No vayáis ahí abajo o habrá problemas; he estado ahí abajo para desarmarles…) —comienza a decir el sheriff, pero simplemente le ignoran y siguen su camino.
Sólo unos pasos más allá, el grupo llega al O.K. Corral (toda esta secuencia se producirá en la entrada trasera de este establecimiento).
—Throw up your hands, boys. I intend to disarm you. (Levantad las manos, chicos. Tengo intención de desarmaros) —dice el marshal.
Mientras dice esto, Frank McLowry hace el movimiento de desenfundar su arma pero Wyatt Earp es más rápido y le dispara, dándole en el lado derecho del abdomen.
Prácticamente al mismo tiempo, Doc Holliday dispara en el costado derecho a Tom McLowry con un arma corta. Los testigos dicen que como las que usan los mensajeros de la Wells Fargo.
Inmediatamente, Bill Clanton dispara a Morgan Earp en el hombro izquierdo, atravesando la bala el omóplato y perdiendo la suficiente fuerza como para quedar dentro de su camisa al salir del cuerpo.
Morgan cae al suelo.
Frank McLowry, mientras comienza a correr por la calle Fremont, tiene unas rápidas palabras con Doc Holliday y le dispara pero sólo consigue darle en la pistolera, haciéndole apenas un pequeño rasguño en la pierna.
Mientras esto ocurre, Morgan rápidamente se incorpora de medio cuerpo y en posición sentada, dispara a Frank McLowry al mismo tiempo que Doc Holliday, dándole fatalmente una de las balas en la sien derecha y la otra en el lado derecho del pecho.
Bill Clanton dispara a Virgil Earp, dándole en la pierna y provocándole una grave herida.
Tras eso, Morgan Earp dispara a Bill Clanton en el lado derecho del abdomen e inmediatamente, Virgil le dispara dos veces, una de ellas en la muñeca derecha y la otra en el lado derecho del pecho.
Inmediatamente a comenzar el tiroteo, Ike Clanton, el único que realmente iba desarmado, corrió a través del O.K. Corral hasta la parte delantera, a la calle Allen, metiéndose después en el Kellogg’s Saloon, y de ahí a la calle Toughnut, donde fue detenido y posteriormente encarcelado.
Estos fueron los diez disparos que recibieron los contendientes, a los que hay que sumar entre quince y veinte balas perdidas más que impactaron en los edificios colindantes, mas otra que atravesó los pantalones de un transeúnte, milagrosamente sin provocarle una herida. Otro hombre también fue rozado en su ropa por otra bala perdida.
Mientras el tiroteo se producía, el sheriff Behan, a escasos metros, intentó a voces calmar los ánimos para detener el enfrentamiento.
El tiroteo no duró más de veinticinco segundos.
Bill Clanton, gravemente herido pero con una sorprendente vitalidad, es llevado por el editor del periódico Tombstone Nugget a un edificio cercano donde se hace todo lo posible por facilitarle sus últimos momentos de vida, que duran alrededor de media hora.
—Goodbye, boys; go away and let me die (Adiós, chicos; iros y dejadme morir) —son sus últimas palabras.
Los heridos son llevados a sus casas y los cuerpos de los fallecidos, Bill Clanton y los hermanos McLowry, quedan al cargo de las autoridades.
Ike Clanton es el único superviviente de su grupo y la cárcel donde está arrestado es fuertemente defendida ante el temor de un linchamiento.
Morgan Earp está herido de gravedad en el hombro, aunque se recuperará, y Virgil Earp está herido levemente en la pierna.
Wyatt Earp y Doc Holliday salen ilesos del tiroteo, el segundo apenas con un pequeño rasguño.
En el cuerpo de Tom McLowry se encuentran entre 300 y 400 dólares, y cheques y certificados de depósito por un valor de casi 3.000 dólares (aproximadamente el equivalente a 93.000 dólares del año 2025).
Los vaqueros prometen venganza contra el alcalde Clum, el juez Spicer, Marshall Williams, Doc Holliday y los hermanos Earp.
A principios de noviembre, Wyatt y Holliday son detenidos por el tiroteo. Virgil y Morgan no porque están convalecientes. La información en los periódicos sobre la acusación no es clara y en las biografías habituales esta detención se confunde con otra que veremos un poco más adelante.
A finales de noviembre el juez Spicer les concede la libertad bajo fianza de 10.000 dólares cada uno, que fueron pagadas en conjunto por diversas personas, entre ellas los propios Earp.
Poco después, el juez los absolverá por falta de pruebas.
Comienza el Infierno Earp
El 28 de diciembre, tres hombres escondidos en un edificio en construcción disparan hasta diecinueve veces al marshal Virgil Earp alrededor de las once de la noche mientras caminaba por la calle 5º, y es herido de gravedad (aunque se acabará recuperando). Los atacantes huyen.
En el lugar desde donde dispararon encuentran el sombrero de Ike Clanton.
El 23 de enero de 1882, quizá hacia el mediodía o primera hora de la tarde, hay un gran revuelo en las calles de Tombstone. Los vecinos salen a ver como un grupo formado por Morgan y Wyatt Earp, Doc Holliday, Texas Jack y otros tres hombres, todos armados con un Winchester, dos revólveres y numerosa munición, parten por la calle Allen hacia el este con destino desconocido.
En las últimas semanas había un fuerte rumor en todo el condado de que los vaqueros de los alrededores estaban preparados y a la espera de tener cualquier excusa para lanzarse sobre los Earp.
Los vecinos se debaten entre que están huyendo para no ser asesinados o que van a enfrentarse a los vaqueros; la mayoría se decanta por la primera opción.
Hacia las 18:00 horas, un chico llega al pueblo afirmando que se encontró al grupo de los Earp a unas quince millas, cabalgando velozmente hacia el rancho Helm’s, y aproximadamente una milla y media detrás de ellos, un grupo de entre quince y veinte vaqueros fuertemente armados los perseguían.
Esta persecución termina sin consecuencias pero tiene la importancia de ser la primera de la guerra que acaba de comenzar.
En febrero, Ike Clanton denuncia a Morgan, a Wyatt y a Doc Hilliday por la muerte de su hermano, Bill Clanton, y son arrestados.
Se presenta un habeas corpus alegando que la detención por parte del sheriff Behan no se ajustó a la legalidad. El 12 de febrero es aceptado por el juez y los Earp y Holliday son puestos en libertad.
En las biografías habituales se suelen mezclar los dos arrestos, el anterior de noviembre y este de febrero como uno solo, en el que Ike Clanton denuncia y se les libera por falta de pruebas, sin embargo fueron dos juicios diferentes con dos resultados diferentes.
El Asesinato de Morgan Earp
En la noche del 17 al 18 de marzo, en el Campbell & Hatch Saloon de Tombstone, Morgan Earp comienza una amistosa partida de billar con unos conocidos. Están al fondo del local, en una mesa cercana a la puerta trasera, con ventanas. Durante la partida, de repente se escuchan dos disparos casi simultáneos desde fuera del local y Morgan cae al suelo, gravemente herido. Nadie está seguro de dónde vienen los disparos y varias personas salen por las puertas delantera y trasera para buscar a los tiradores pero en la oscuridad de la noche, no hay rastro de ellos.
Menos de una hora después, Morgan muere por las heridas.
Durante la investigación, Marietta Spence, la esposa de Pete Spence, da un amplio y detallado relato del ir y venir de personas con su marido en su casa de la calle Fremont en los últimos días. Estas personas eran Frank Stillwell, un alemán llamado Freis (Frederick Bode en realidad) que trabaja para Manuel Acosto, uno al que llamaban Charlie el indio y otro del que no conoce el nombre pero sabe que vive en la casa de Manuel Acosto. En la noche del 17 todos ellos iban armados y hablaron bajo para que Marietta no escuchase la conversación. Después salieron de la casa. A los pocos minutos, ella y su madre escucharon los disparos y poco después, Stillwell y Charlie el indio volvieron a casa. Una media hora después, Pete, Freis y el otro hombre también llegaron. Todos estaban visiblemente excitados y nerviosos.
A la mañana siguiente, durante el desayuno, Pete y Marietta tienen una fuerte discusión en la que la golpea y las amenaza de muerte, tanto a ella como a su madre.
También afirma que unos días antes, estando con Pete y con Charlie el indio en la calle, pasó cerca de ellos Morgan Earp y Pete se dirigió a Charlie diciéndole: «es ese; es ese», tras lo cual, Charlie lo siguió unos pasos fijándose bien en él.
Después, esta declaración sería desestimada con la excusa de que la hizo para vengarse de su marido tras golpearla y amenazarla.
La declaración de Marietta Spence que aquí se presenta es una versión resumida y simplificada. La original es muy detallada sobre varios días de esas personas yendo y viniendo, junto con muchos otros detalles; una declaración compleja, concisa y coherente que no parece en absoluto inventada.
Pete Spence está en paradero desconocido.
El asesinato de Frank Stillwell
El día 19 de marzo, en la estación de Benson, un testigo ve subir al tren que va a Tucson a un grupo de hombres fuertemente armados. Son el grupo de los Earp.
En la estación de Tucson están Ike Clanton y Frank Stillwell esperando el tren en el que llegará un testigo que declarará en un juicio en la ciudad.
Durante la espera, Ike Clanton se va a su habitación en el hotel.
El tren llega y Doc Holliday sale portando un arma en cada mano junto a Sherman McMasters y se dirigen a la oficina de la estación.
Los Earp están llevando el cuerpo de Morgan a California. Dentro del tren está Warren Earp con otras dos mujeres.
Después, Holliday y McMasters salen al hotel Porter, adyacente a la estación.
A las puertas del hotel se reúnen con Wyatt Earp y una mujer, y unos instantes después sale también Virgil Earp.
Virgil les anuncia que, desde la ventana del hotel, vio a Stillwell en la estación.
El grupo se dirige de nuevo a la estación.
En ese momento, un chico de los periódicos comenta a un cliente: «parece que se va a desatar el infierno aquí esta noche».
Stillwell, que en realidad va desarmado, ve al grupo e intenta ocultarse entre los andenes y los trenes.
Los Earp, McMasters y Holliday, todos vestidos con ropas y sombreros oscuros y uno de ellos con un guardapolvo, se dirigen al tren y entran mientras uno de ellos espera fuera, mirando en todas direcciones. Un momento después, los que entraron vuelven a salir, también con Warren Earp, y todos comienzan a caminar por el andén a lo largo del tren, de un lado a otro, mirando en todas direcciones, buscando, llevan pistolas y Winchester excepto McMasters, que sólo lleva pistolas.
Entonces todos se vuelven hacia la locomotora y comienzan a moverse hacia allí. De repente, Stillwell, que estaba oculto por esa zona, empieza a correr a lo largo de las vías.
Cuatro de ellos lo persiguen al mismo tiempo que el tren pita anunciando la salida. Un instante después se escuchan disparos justo cuando el tren está comenzando a moverse y pitando (alrededor de las 19:15 horas).
El cuerpo de Stillwell es encontrado en las vías, no lejos de los andenes.
Después Holliday se dirige al hotel.
Todo el grupo estuvo buscando a Ike Clanton durante algunas horas pero sin resultado.
Los relatos de los testigos confirman que pareció un encuentro fortuito; que cuando llegaron tenían una actitud muy diferente a después.
Al día siguiente, Pete Spence se entrega a la justicia y es encarcelado en Tombstone bajo fuertes medidas de seguridad.
Esa mañana, un grupo de ocho hombres fuertemente armados están en las afueras de Tucson con caballos aparentemente exhaustos por haber cabalgado muchas millas y se supone que son amigos de Stillwell buscando a los Earp.
Los sheriffs Behan y Bob Paul, este último del vecino condado de Pima al que pertenece Tucson, también están con un grupo organizado buscando a los Earp.
Las autoridades suponen que están en Benson.
En realidad, el grupo, tras matar a Stillwell y buscar sin resultado a Ike Clanton, había partido a pie hacia Benson, donde habían dejado sus caballos, pero a pocas millas de Tucson pararon un tren de carga que los llevó a Tombstone, a donde llegaron antes del amanecer y se alojaron en el hotel Cosmopolitan (una versión afirma que en el hotel Billike).
Se emite una orden de arresto contra ellos y al día siguiente, Behan va a ejecutarla pero alguien hace llegar a los Earp la noticia y se apresuran a abandonar la ciudad.
Cuando están saliendo por la puerta del hotel se encuentran con Behan acompañado de un sólo ayudante, y solicita a Wyatt hablar con él pero simplemente le ignora con desprecio y se marchan.
El sorprendente hecho de que el sheriff no fuera acompañado de un ejercito de pistoleros hace pensar que es probable que fuera con intención de negociar pacíficamente en el hotel el arresto y que los Earp no se viesen acorralados, lo que provocaría sin duda una auténtica matanza.
Las montañas Dragoon
Esa misma mañana, el 22 de marzo, sobre las 11:00, en un campamento de vaqueros propiedad de Pete Spence en el sur de las montañas Dragoon, están guardando el ganado Theodore D. Judah, Ramón Acosto, otro hombre de nombre desconocido, Florentino Cruz y Sam Williams.
Sobre esa hora, Sam Williams sale a caballo a buscar unas reses que se alejaron durante la noche y alrededor de una hora después, Florentino Cruz sale caminando en la misma dirección a echar una mano a Williams.
Sólo unos minutos después, Judah, acostado a la sombra de un árbol ve aparecer a cierta distancia a Wyatt Earp seguido por Warren Earp, Doc Holliday, Sherman McMasters, Texas Jack y un hombre apellidado Johnson que se detienen cerca de donde está. Judah les escucha hablando entre ellos sin que se den cuenta de que él está allí.
Entonces Judah los llama y les pregunta si se encontraron con un grupo de reses perdidas. McMasters contesta que sí y se acerca a hablar con Wyatt, tras lo cual, todo el grupo cabalga a donde está Judah.
Wyatt le pregunta por Pete Spence (no saben que está arrestado), por Charlie el indio y por otro hombre llamado Hank. Le preguntan por cuantas personas forman el campamento y por el paradero de cada uno de ellos.
Judah les dice que Pete Spence está en Tombstone y que no conoce a Charlie el indio, que en el campamento están Ramón Acosto, un mestizo del que no sabe el nombre y él mismo, y que Sam Williams y Florentino Cruz salieron a buscar las reses perdidas.
El grupo sigue interrogándole sobre su relación con esas personas y si sabe cuando y donde estará cada uno.
Después le preguntan sobre la dirección en la que salieron Williams y Cruz, y el grupo se marcha siguiendo esa indicación, pasando una colina que los oculta de la vista.
Un momento después, Judah, acompañado por Ramón Acosto, suben la colina para ver si ven hacia dónde van los Earp pero antes de llegar a lo alto escuchan diez o doce disparos.
Al llegar a lo alto ven a los Earp no muy lejos de allí, en lo alto de otra colina. Dos o tres de ellos están a pie, caminan tranquilamente hasta sus caballos y se marchan en dirección este hasta que los pierden de vista.
Poco después, viendo que ni Williams ni Cruz regresan, Ramón Acosto está seguro de que mataron a Cruz y salen a buscarlo pero tras seguir todas las huellas, no encuentran nada.
A la mañana siguiente Judah sale otra vez a buscar hasta que finalmente encuentra el cuerpo de Florentino Cruz, al pie de un árbol, con cuatro balazos en su cuerpo.
Lo que Judah no sabía es que Florentino Cruz, en realidad, era conocido por el apodo de Charlie el indio.
Sam Williams, al escuchar el tiroteo mientras buscaba las reses, se había marchado al pueblo.
El sheriff Behan, al mando de dieciocho hombres entre los que se encuentran John Ringo y Fin Clanton, y otro grupo de veintiún vaqueros salen en busca de los Earp.
La batalla de Burleigh Springs
Al día siguiente, poco antes de la puesta de sol, un hombre a caballo a unas ocho millas al sur de Tombstone, viajando hacia esa localidad, cerca de Burleigh Springs, a no mucha distancia ve al grupo de los Earp descabalgando de sus caballos, al mismo tiempo que a poca distancia frente a ellos, un grupo de nueve hombres comienza a tirotearlos sin que ninguno del grupo de los Earp caiga.
Inmediatamente, estos responden cargando ferozmente con una atronadora sucesión de disparos, matando instantáneamente a uno de los otros. Los ocho restantes se retiran a unos arbustos hacia sus caballos y salen cabalgando como alma que lleva el diablo.
Uno de los caballos de los Earp recibió un disparo durante el tiroteo y tuvieron que sacrificarlo. Otra bala rozó levemente a Texas Jack.
Siete balas atravesaron la ropa de Wyatt Earp sin que ninguna de ellas le hiciese el menor rasguño, una vez más.
El grupo se queda unos minutos descansando y refrescándose, tras lo cual, parten en dirección sur.
El testigo se acerca al lugar de la batalla y confirma que el hombre muerto coincide con la descripción de Curly Bill, un afamado y temido pistolero que un año y medio antes había matado al anterior marshal de Tombstone en plena calle.
Los vaqueros niegan esta versión, contando otra muy diferente que asegura que Curly Bill no estaba allí y que los Earp fueron los que huyeron después de atacarles sin acertar ni un solo tiro.
Hay una versión más, ciertamente tan ridícula que merece ser contada, en la que un ayudante del sheriff afirma haberlo visto todo, aparentemente sin actuar, en la que los Earp atacaron a unos buscadores de oro sin mediar palabra y sin acertar ni un sólo disparo. Después el ayudante del sheriff fue a un rancho cercano cuando de repente apareció allí el grupo de los Earp ordenando que les dieran de comer y el ayudante se escondió rápidamente donde pudo con la connivencia del propietario del rancho, hasta que los Earp se fueron.
Dos periódicos ofrecen una recompensa por cualquier prueba de que Curly Bill sigue vivo pero no se vuelve a saber nada más de él.
Las biografías de este pistolero dan por bueno el hecho de que murió ese día enfrentándose a los Earp por lo que debemos de dar más probabilidades de certeza a la primera versión.
El 23 ó 24 de marzo, el sheriff Paul, del condado de Pima, regresa a Tombstone abandonando la búsqueda con la queja de que el grupo de Behan es excesivamente hostil a los Earp y que no tiene intención de arrestarlos, si no de matarlos.
Aunque no afecta al caso, me parece interesante mencionar que el periódico The Tombstone Epitaph del 27 de marzo, escribe que una chica residente del pueblo es nombrada ayudante del sheriff y se atreve a llevar la placa por las calles de Tombstone a pesar del ambiente de extrema tensión.
El sheriff Paul y la captura
El día 26 ó 27 de marzo, el alemán Freis (Frederick Bode) es detenido por el asesinato de Morgan Earp.
El 27 ó 28 de marzo, los Earp capturan a un forajido llamado Frank Jackson, buscado por las autoridades de Texas. Un detective de ese estado viaja a la estación de San Simón, donde los Earp se lo entregan. Esta situación se repetiría a los pocos días con otro forajido llamado Dawson que sería entregado en Wilcox.
Desconozco los pormenores de estos arrestos pero después del caso de Curly Bill, podría ser que los perseguidores de los Earp estén contratando a forajidos para darles caza. También se sabe que había recompensas por la captura de estos forajidos. Si esta conjetura fuera cierta, los perseguidores estarían en realidad llenando de fondos al grupo de los Earp.
Pocos días después, un vecino de Dos Cabezas afirma que el grupo de los Earp está acampado en el monte Graham y que Wyatt Earp manda un desafiante mensaje al sheriff Behan diciendo que si quiere ir, lo estará allí esperando; que tienen dinero y comida de sobra para permanecer allí mucho tiempo.
A mediados de mayo, el grupo de los Earp, que se supone que están ya en Colorado, se separa por un fuerte conflicto entre entre Wyatt y Holliday, al hacer este último referencias despectivas sobre el origen judío de Josephine.
Ese mismo mes, el Sacramento Daily Record-Union da la noticia de que Warren y Wyatt Earp, y Doc Holliday fueron capturados y arrestados en Colorado. No hay información de quién los capturó ni de cómo se produjo esa captura.
El mismo día del arresto se da la noticia del gran incendio en Tombstone que quemó diez edificios, entre ellos el O.K. Corral.
Aunque lo esperado es que el sheriff Behan fuera el encargado de traerlos de vuelta a Arizona, el gobernador ordenó que fuera el sheriff Paul a buscarlos. Una vez allí, este, que tenía muy buena relación con los Earp, consiguió que los liberasen y nunca cumplió el cometido de llevarlos de vuelta a Arizona.
A partir de ahí el caso de los Earp se diluye y ya no hay más noticias de búsquedas ni requerimientos.
Probablemente sus enemistades del condado de Cochise y las autoridades de Arizona tampoco estuviesen interesadas en continuar con algo que con toda probabilidad no dejaría más que cadáveres entre sus perseguidores y, por lo otro lado, me aventuro a pensar que quizá haya habido alguna negociación entre el sheriff Paul y los Earp para que dieran por finalizada su venganza a cambio de no entregarlos, quizá incluso también encomendada por el gobernador.
Después…
Durante esa década y la siguiente fue cuando el gobierno empezó a ponerse las pilas para imponer el orden en el oeste y la era de los pistoleros tocaba a su fin, dejando una enorme fuente de historias fascinantes para escritores, periodistas y guionistas que aún hoy siguen llenando páginas y pantallas.
La leyenda de Wyatt Earp comienza a crecer rápidamente como el último de los grandes pistoleros del salvaje oeste. Recordemos que desde que llegó a Tombstone hasta su captura en Colorado, no recibió ni un rasguño.
Pocos años después del tiroteo de O.K. Corral comenzaron a aparecer también artículos periodísticos denostando a Wyatt Earp. A partir de 1886 se propaga por muchos periódicos de todo el país y durante un par de años, una historia que afirma que (entonces) recientes investigaciones demuestran que, en realidad, los Earp, en connivencia con el agente Williams de la Wells Fargo & Co., eran quienes robaban las diligencias que llevaban el dinero de esa empresa pero culpaban a los vaqueros.
En ella se cita que el sheriff Behan decía que la única forma de detener a los culpables de los robos era que los Earp se metieran ellos mismos en la cárcel.
Esta afirmación parte de un supuesto tiroteo de los Earp, Holliday y el agente Williams contra Behan y varios de los vaqueros a finales de 1880 en teatro Bird Cage de Tombstone, en el que murieron doce personas. En él, el agente Williams, gravemente herido y pensando que iba a morir, se dice que lo confesó todo.
Es cierto que está registrado que varios de los hermanos Earp trabajaron como escoltas de los envíos de Wells Fargo y no es descartable que ellos mismos los robaran pero había varios escoltas además de ellos, como por ejemplo el sheriff Paul, que en el mismo mes de marzo del primer robo que se menciona al principio de esta historia, había sufrido un ataque por parte de unos ladrones en el que mataron a su compañero pero del que consiguió escapar sin perder el cargamento. Por este motivo, el hecho de que los Earp fueran escoltas no debe de ser tomado como necesariamente sospechoso.
En este punto hay que mencionar que el The Tombstone Epitaph escribía en diciembre de 1881 en un artículo de opinión, que sospechaba del agente Williams como ladrón de sus propias diligencias, aunque sin argumentar sus sospechas. Igual de justo es mencionar que este diario era muy parcial en favor de los vaqueros en sus editoriales.
Sin embargo, sobre ese tiroteo en el Bird Cage de Tombstone en 1880 con doce muertos, que de ser cierto sería tan grave incluso como para eclipsar el de O.K. Corral, hay que tener en cuenta que este teatro se inauguró en diciembre de 1881, un año después de ese supuesto tiroteo. En el caso de que se pudiera considerar que es una errata en la fecha, mencionar que no hay el menor registro histórico sobre ese tiroteo, ni siquiera en los periódicos locales mientras los Earp estuvieron en Tombstone.
Además de eso, en la mayor parte de estos artículos se mete en la historia a una hermana de los Earp llamada Jessie que se afirma que tenía una relación con Frank Stillwell, sin embargo los Earp no tenían ninguna hermana llamada Jessie.
Por estos motivos, esta supuesta investigación debe de ser tomada no solo como completamente falsa, si no hasta chapucera.
Si tenemos en cuenta que había sospechas (en realidad sin fundamento que las apoye) de que los Earp y el agente Williams eran los verdaderos ladrones, debemos tener en cuenta también que las sospechas e incluso indicios de que eran los vaqueros, especialmente los Clanton y los McLowry, son abrumadoramente mayores.
Para dar contexto a esto hay que mencionar que, paralelamente a este enfrentamiento, hacía tiempo que se sospechaba en todo el condado de Cochise que los Clanton y los Mclowry eran responsables de varios asesinatos sin resolver en las minas de la región que se mencionaban al principio de este relato y sobre todo, recordar el dinero, los cheques y certificados encontrados en el cuerpo de Tom McLowry tras el tiroteo en O.K. Corral; contenido habitual de los envíos de Wells Fargo y quizá la prueba de más peso en toda esta historia.
Pasados los años, el único testimonio coherente con los hechos publicados en aquellos días y que además añade detalles interesantes que ayudaron a enriquecer este relato fue el del sheriff Paul, del condado de Pima.
Ike Clanton murió en 1887 tiroteado por un policía mientras escapaba tras robar ganado.
En noviembre de ese mismo año, con una salud muy deteriorada, muere Doc Holliday, que padecía tuberculosis desde hacía varios años.
Conclusiones
El sheriff Behan es habitualmente denostado en las investigaciones que se inclinan a favor de Wyatt Earp y muchas veces hasta se le ridiculiza, sin embargo, aunque posiblemente no lo haya hecho todo bien, es uno de los personajes más correctos de toda esta historia. A pesar de su inclinación hacia el lado de los vaqueros, su negociación previa al tiroteo en O.K Corral y su intento de calmar a ambos bandos, o la decisión de no ir con un ejército cuando llevaba la orden de arresto contra los Earp, confirma que fue quien más, o quizá el único, que puso de su parte para que las cosas no se saliesen de madre, algo que los Earp no hicieron.
Hay muchas cosas de esta historia que nunca se sabrán. Los que entrevistaron a Wyatt siendo ya mayor con intención de hacer una biografía sobre su vida, siempre se toparon con la muralla que suponía su mujer, Josephine, siempre presente en ellas y que interrumpía y evitaba cualquier cuestión que no fuera a favor, tanto del de Wyatt como del suyo propio.
Durante toda su vida, Wyatt Earp abrió casas de juego y burdeles en diversas ciudades y, al mismo tiempo, trabajó en otros varios empleos esporádicos pero lo que nunca dejó de hacer fue excavar en sus prospecciones mineras; algo que hizo hasta su muerte en 1929, con 80 años.
Realmente es difícil no sentir simpatía por personajes tan fascinantes pero Wyatt Earp fue un hombre siempre con un pie dentro y otro fuera de la ética y la justicia.
Personalmente no creo que fuera el ladrón de las diligencias de Wells Fargo y que puso todo su empeño en cazar a aquellos forajidos, sin embargo estoy convencido, y creo que hay pruebas de sobra, de que no era por su compromiso personal con la ley, si no porque simplemente era su cometido del momento y tenía un don natural para enfrentarse a otros con violencia, algo que era muy demandado en el, aquel entonces, lejano oeste, donde gente de la peor calaña campaba a sus anchas.
Según lo que comentaba al principio, mi opinión es que Wyatt Earp estaría en el lado de la ambigüedad ante la ley y que la servía mientras era su cometido pero no tenía un compromiso moral con ella.
Frank Stillwell y Pete Spence, que también fueron eventualmente agentes de la ley, son buenos ejemplos de los que sólo la servían buscando impunidad para seguir cometiendo robos e incluso asesinatos. Sus biografías apoyan esta opinión. Eran justo el tipo de personas por las que los habitantes del lejano oeste demandaban a agentes de la ley expeditivos como Wyatt Earp, aunque no fueran un ejemplo de rectitud.
Por las ciudades por las que pasó Wyatt Earp durante su vida tras Tombstone siempre fue un icono al que admirar, sin embargo a lo largo de los años también hay diversas noticias, como en el Klondike, en 1903, donde se habla de él como alguien problemático, caprichoso y venido arriba con su fama de temible, donde tuvo un encontronazo con la policía montada por creerse que él podía ir armado donde los demás no podían, y también en Alaska, en 1900, donde recibió una herida de bala en su propio saloon tras intimidar insistentemente a un cliente.
No hay demasiada duda en que Wyatt Earp era un hombre no muy sobrado de ética y moralidad, pero tampoco la hay en que como pistolero fue alguien merecedor de convertirse en leyenda, rápido, certero, constante e inteligente, digno de inspirar a los mejores personajes de grandes películas y novelas del oeste.
FIN
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Bibliografía:
Library of Congress:
Dodge City Times. The Wichita City Eagle. Sacramento Daily Record-Union. Daily Los Angeles Herald. Eureka Daily Sentinel. Arizona Weekly Citizen. Arizona Weekly Enterprise. Narragansett Herald. The Abbeville Press and Banner. The Tombstone Epitaph. Daily Tombstone Epitaph. The Daily Tombstone. Tombstone Daily Prospector. Gold Hill Daily News. The Weekly Arizona Miner. The Farmer and Mechanic. Wood River Times. The Arizona Champion. Seattle Daily Post-Intelligencer. Hoof and Horn. Butte Semi-Weekly Miner. The Sun (New York, NY). Omaha Daily Bee. The Hartford Herald. Staunton Vindicator. Emmons County Record. Phillipsburg Herald. Arizona Silver Belt. The Arizona Sentinel. The Anaconda Standard. The Globe-Republican. Rocky Ford Enterprise. The Morning News (Savannah, GA). The San Francisco Call. The Columbus Journal. El Paso Daily Herald. Arizona Republican. The Times (Richmond, VA). The Pacific Commercial Advertiser. The Philipsburg Mail. The Salt Lake Tribune. Bisbee Daily Review. New-York Tribune.
Notas:
- Marshall, terminado en dos eles, es nombre propio de hombre, en este caso del agente Williams. Cuando se refiere al cago policial (marshal) se escribe con una sola ele. Pulsa la siguiente flecha para volver a donde estabas. ↩︎